Control remoto mojado: Cómo solucionarlo y recuperar su funcionamiento

En ocasiones, los accidentes ocurren y nuestros dispositivos electrónicos terminan mojados. Una de las situaciones más comunes es cuando nuestro control remoto se moja, ya sea por un derrame de líquido o porque ha caído en agua. Cuando esto sucede, es normal que nos preocupemos y nos preguntemos cómo solucionarlo y si podremos recuperar su funcionamiento. En este artículo, te brindaremos los pasos necesarios para solucionar un control remoto mojado y recuperar su funcionamiento. Así que, si se ha mojado tu control remoto y no funciona, no te preocupes, hay solución.

Paso 1: Apagar el control y desmontarlo

El primer paso para solucionar un control remoto mojado es apagarlo de inmediato si aún está encendido. Una vez apagado, debes proceder a desmontar el control en la medida de lo posible. Para ello, retira las pilas y todas las tapas que puedas abrir fácilmente.

Este paso es crucial para evitar daños mayores en el control remoto y también para poder secarlo correctamente. Al desmontar el control, estarás permitiendo que el agua acumulada en su interior se evapore más eficientemente y se evite la corrosión en los circuitos internos.

Recuerda que al desmontar el control remoto, debes tener cuidado de no dañar ninguna de las piezas, ya que esto podría dificultar su posterior recuperación. Si no te sientes seguro de realizar este paso, es recomendable buscar la ayuda de un experto en reparación de electrónicos.

Paso 2: Secar el control sobre una toalla absorbente

Una vez que hayas desmontado el control remoto, es importante secarlo lo más rápidamente posible. Para ello, coloca el control sobre una toalla absorbente, preferiblemente de tela o algodón. De esta manera, la toalla absorberá gran parte del agua que haya quedado en su superficie.

Pasa la toalla suavemente sobre el control para absorber la humedad. No frotes demasiado fuerte, ya que podrías dañar los componentes internos. Asegúrate de secar bien todas las partes, prestando especial atención a los botones y las ranuras en las que se encuentran.

Es importante que la toalla absorbente esté limpia y seca, para evitar que la humedad sea reabsorbida por el control remoto. Además, evita usar secadores de pelo u otras fuentes de calor directas, ya que podrían dañar los componentes.

Paso 3: Sumergir el control en arroz durante 24 horas

Una vez que hayas secado el control remoto en la toalla absorbente, es hora de recurrir a un truco muy conocido: el arroz. El arroz tiene la propiedad de absorber la humedad, por lo que es ideal para acelerar el proceso de secado.

Prepara un recipiente lo suficientemente grande como para sumergir el control remoto por completo. Luego, agrega suficiente arroz para cubrir todos los componentes. Asegúrate de que el control remoto esté completamente cubierto por el arroz.

Deja el control remoto sumergido en el arroz durante al menos 24 horas. Durante este tiempo, el arroz absorberá la humedad restante y ayudará a secar por completo el control remoto.

Paso 4: Limpiar las piezas del control remoto

Después de haber sumergido el control remoto en arroz durante 24 horas, es importante limpiar todas las piezas antes de volver a montarlo. Para ello, puedes utilizar un hisopo de algodón humedecido con alcohol isopropílico.

Limpia cuidadosamente los botones, las carcasas y cualquier otra pieza que se haya desmontado. Asegúrate de retirar cualquier residuo de arroz o suciedad que pueda haber quedado en las piezas. Esto ayudará a garantizar un buen funcionamiento una vez que el control remoto esté montado nuevamente.

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No olvides secar bien las piezas después de limpiarlas con el hisopo de algodón. Puedes utilizar una toalla absorbente limpia o un paño suave para asegurarte de que estén secas antes de volver a montar el control.

Paso 5: Volver a montar el control remoto

Una vez que hayas limpiado y secado todas las piezas del control remoto, es hora de volver a montarlo. Asegúrate de que todas las piezas estén en su lugar correcto y que encajen perfectamente.

Ten cuidado de no forzar ninguna pieza al montar el control. Si alguna pieza parece no encajar correctamente, revisa que las ranuras y los enganches estén limpios y libres de suciedad o residuos de agua.

Una vez que hayas montado por completo el control remoto, coloca las pilas nuevamente y asegúrate de que estén correctamente insertadas. Luego, cierra todas las tapas que hayas desmontado inicialmente.

Paso 6: Si el control remoto no funciona, considerar reemplazarlo

Si después de realizar todos los pasos anteriores, el control remoto no vuelve a funcionar correctamente, es posible que los daños causados por el agua sean irreversibles. En ese caso, es recomendable considerar la opción de reemplazar el control remoto por uno nuevo.

Si decides reemplazar el control remoto, recuerda elegir uno de buena calidad y compatible con tus dispositivos. También es importante tener en cuenta el tipo de conexión que utilizan tus equipos, ya sea infrarrojo o Bluetooth, para asegurarte de que sea compatible con el control remoto que elijas.

Consejos adicionales para evitar daños por agua en el control remoto

Además de seguir los pasos mencionados anteriormente para solucionar un control remoto mojado, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones adicionales para evitar daños por agua en el futuro:

- Mantén el control remoto alejado de líquidos: Evita consumir bebidas o líquidos cerca del control remoto para reducir el riesgo de derrames accidentales.

- Utiliza fundas o protectores: Si tienes niños pequeños o mascotas en casa, considera utilizar fundas o protectores para el control remoto. Estos accesorios pueden ayudar a proteger el control de posibles derrames o caídas accidentales.

- Almacena el control en un lugar seguro: Cuando no estés utilizando el control remoto, guárdalo en un lugar seguro y protegido. Evita dejarlo expuesto a la humedad o en lugares donde pueda caer agua accidentalmente.

- Realiza un mantenimiento regular: Aunque el control remoto no esté mojado, es recomendable realizar un mantenimiento regular para asegurarse de que esté en buen estado de funcionamiento. Limpia las superficies con un paño suave y revisa regularmente el estado de las pilas.

Conclusión

Si se te ha mojado tu control remoto y no funciona, no entres en pánico. Siguiendo los pasos adecuados, es posible solucionar esta situación y recuperar su funcionamiento. Recuerda apagar el control, desmontarlo y secarlo correctamente sobre una toalla absorbente. Luego, sumérgelo en arroz durante 24 horas para eliminar la humedad restante. Limpia las piezas y vuelve a montar el control remoto. Si aun así no funciona correctamente, considera reemplazarlo por uno nuevo. Además, sigue los consejos adicionales mencionados para evitar daños por agua en el futuro. Con un poco de cuidado y paciencia, podrás disfrutar nuevamente del uso de tu control remoto.

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Raquel Flores

Raquel Flores

Cada artículo es una pieza única, creada con dedicación y cuidado.

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