Perforación de oreja: cómo hacerlo en casa con seguridad y sin dolor
Perforar la oreja para colocar pendientes es una práctica común en muchas culturas alrededor del mundo. Si bien acudir a un profesional es siempre la opción más segura y recomendada, algunas personas optan por hacerlo en casa por diversas razones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que perforar la oreja casera conlleva ciertos riesgos, como infecciones y complicaciones. En este artículo te daremos algunos consejos para perforar la oreja en casa de manera segura y sin dolor.
Es importante mencionar que si nunca has perforado una oreja antes, es fundamental informarse y seguir las pautas recomendadas para minimizar los riesgos. Además, es fundamental saber que se debe tener mucho cuidado al realizar este proceso en niños pequeños, ya que sus orejas son más sensibles y delicadas.
Importancia de perforar la oreja de manera segura
Perforar la oreja de manera segura es fundamental para evitar infecciones y complicaciones. Si no se siguen las pautas adecuadas, se corre el riesgo de introducir bacterias y otras sustancias nocivas en el lóbulo de la oreja, lo que puede resultar en una infección dolorosa.
Además, un procedimiento incorrecto puede provocar que el pendiente se coloque de manera incorrecta, lo que puede causar molestias y dificultad para sanar. Por eso, es esencial seguir cada paso de manera cuidadosa y precisa, y tomar las precauciones necesarias para reducir al mínimo los riesgos.
Paso 1: Seleccionando una aguja desinfectada
El primer paso para perforar la oreja en casa de manera segura es seleccionar una aguja adecuada. Es importante utilizar una aguja desinfectada y estéril para evitar la introducción de bacterias y reducir el riesgo de infecciones.
Puedes conseguir una aguja desinfectada en tiendas especializadas en piercing o en línea. Asegúrate de que la aguja sea de acero inoxidable quirúrgico, ya que este material es seguro y menos propenso a causar reacciones alérgicas. Evita usar agujas de plástico o de materiales desconocidos, ya que pueden ser peligrosas y poco higiénicas.
Paso 2: Esterilizando la aguja
Una vez que hayas seleccionado una aguja desinfectada, es importante esterilizarla adecuadamente para eliminar cualquier bacteria o microorganismo que pueda estar presente. La forma más común de esterilizar una aguja en casa es utilizando calor.
Puedes hacerlo pasando la aguja sobre una llama durante algunos segundos hasta que se vuelva roja. Asegúrate de tener mucho cuidado al hacerlo y de dejar que la aguja se enfríe por completo antes de usarla para perforar la oreja. También puedes optar por esterilizar la aguja sumergiéndola en agua hirviendo durante al menos 10 minutos.
Paso 3: Lavado de manos y desinfección de la oreja
Antes de proceder a perforar la oreja, es fundamental asegurarse de lavarse las manos adecuadamente. Lávalas con agua tibia y jabón durante al menos 20 segundos, asegurándote de frotar todas las áreas, incluyendo los dedos, el dorso de las manos y las uñas. Seca tus manos con una toalla limpia o papel desechable.
Una vez que tus manos estén limpias, es importante desinfectar la oreja que vas a perforar. Puedes hacerlo utilizando alcohol isopropílico o una solución para la limpieza de heridas que contenga clorhexidina. Aplica el desinfectante en un hisopo o bolita de algodón y frótalo suavemente sobre el lóbulo de la oreja. Asegúrate de cubrir toda el área que será perforada.
Paso 4: Marcando el punto de perforación
Antes de proceder a perforar la oreja, es importante marcar el punto exacto donde se realizará la perforación. Usa un lápiz de punta fina o un marcador desechable para marcar el punto que deseas perforar. Asegúrate de que la marca sea claramente visible y esté ubicada en el centro del lóbulo de la oreja.
Si quieres asegurarte de que ambos pendientes queden colocados a la misma altura, puedes utilizar una regla o una cinta métrica para medir la distancia entre la marca en la primera oreja y el punto correspondiente en la segunda oreja. Esto te ayudará a lograr una simetría adecuada al perforar ambas orejas.
Paso 5: Utilizando un objeto sólido como tope
Antes de proceder a perforar la oreja, es importante utilizar un objeto sólido como tope. Esto ayudará a evitar que la aguja atraviese completamente la oreja y evitará que se produzcan lesiones o cortes adicionales.
Puedes utilizar un palillo de bambú, un trozo de corcho o incluso una tapa de bolígrafo. Coloca el objeto sólido justo detrás de la oreja, alineado con la marca que has hecho. Asegúrate de que esté firme y en su lugar antes de continuar con el siguiente paso.
Paso 6: Introduciendo la aguja suavemente
Una vez que hayas preparado todo, es hora de proceder a perforar la oreja. Sostén la aguja con una mano y asegúrate de que esté en ángulo perpendicular al lóbulo de la oreja. Comienza a empujar suavemente la aguja a través del lóbulo en el punto marcado. Es normal sentir algo de presión y, posiblemente, una sensación de hormigueo.
Es importante recordar que debes proceder con cuidado y no aplicar demasiada fuerza. Si sientes mucho dolor o encuentras resistencia al atravesar el lóbulo de la oreja, detente inmediatamente y consulta a un profesional.
Paso 7: Colocando el pendiente
Una vez que hayas atravesado correctamente el lóbulo de la oreja, es hora de colocar el pendiente. Sostén el pendiente con una mano y desliza el extremo abierto a través de la aguja y a través del lóbulo de la oreja. Asegúrate de que el pendiente esté apretado y seguro antes de continuar.
Si el pendiente viene con una tuerca, asegúrate de colocarla correctamente para evitar que el pendiente se afloje o se caiga. Si el pendiente es de presión, sigue las instrucciones del fabricante para asegurarte de que quede bien colocado y ajustado.
Paso 8: Retirando la aguja
Una vez que hayas colocado el pendiente correctamente, es hora de retirar la aguja. Sujeta firmemente el extremo de la aguja que aún está fuera del lóbulo de la oreja y comienza a retirarla suavemente y lentamente. Asegúrate de hacerlo en un solo movimiento fluido para evitar causar más dolor o malestar.
Es normal que haya un poco de sangrado después de retirar la aguja. Si es necesario, aplica presión suave en la oreja con una bola de algodón limpia o un paño suave para detener el sangrado.
Paso 9: Verificando la colocación correcta del pendiente
Una vez que hayas retirado la aguja, es importante verificar que el pendiente esté correctamente colocado y asentado en el lóbulo de la oreja. Mira en un espejo o pide a alguien que te ayude a asegurarte de que el pendiente esté centrado y no esté torcido.
También te puede interesar: Manicura permanente: cómo hacerla paso a paso en tiempo récordTambién debes asegurarte de que el pendiente no esté demasiado apretado ni demasiado suelto. Si el pendiente está demasiado ajustado, puede causar molestias y dificultar la curación. Si está demasiado suelto, corre el riesgo de que se enganche en algo y se desprenda.
Paso 10: Cuidados posteriores a la perforación
Una vez que hayas perforado la oreja y colocado el pendiente, es importante seguir los cuidados adecuados para asegurar una buena cicatrización y prevenir infecciones. Aquí hay algunos consejos a seguir:
1. Lava suavemente la oreja dos veces al día con agua tibia y un jabón suave sin fragancia. Frota suavemente la oreja con los dedos limpios, evitando frotar con fuerza.
2. Desinfecta la oreja y el pendiente con alcohol isopropílico o una solución para la limpieza de heridas que contenga clorhexidina después de cada lavado.
3. Evita tocar o girar el pendiente innecesariamente, ya que esto puede introducir bacterias y retrasar la cicatrización.
4. Evita dormir directamente sobre la oreja recién perforada para evitar presionar el pendiente y causar molestias.
5. Evita nadar en piscinas o aguas no limpias durante al menos las primeras semanas después de la perforación.
6. Evita el uso de productos químicos o lociones cerca de la oreja perforada durante las primeras semanas.
7. No cambies el pendiente durante al menos 4-6 semanas para permitir que la oreja cicatrice adecuadamente.
Recuerda que la curación completa de la oreja perforada puede llevar varias semanas, así que ten paciencia y sigue los cuidados adecuados para evitar problemas.
Consejos adicionales para evitar infecciones y complicaciones
Además de seguir los pasos mencionados anteriormente, hay algunos consejos adicionales que puedes seguir para evitar infecciones y complicaciones durante el proceso de perforación de la oreja:
- Evita tocar o manipular la oreja con las manos sucias para reducir el riesgo de introducir bacterias.
- Limpia cualquier bacteria visible en la piel alrededor de la oreja con un hisopo o un algodón bañado en alcohol antes de comenzar el proceso.
- Utiliza joyas de acero inoxidable quirúrgico, oro de 14 quilates o titanio, ya que estos materiales son menos propensos a causar reacciones alérgicas y son más seguros para su uso en la oreja.
- Evita el uso de joyas de níquel, ya que este metal es una causa común de reacciones alérgicas y puede provocar irritación y molestias en la oreja perforada.
- Si experimentas algún tipo de inflamación, dolor intenso, secreción de pus o fiebre después de haber perforado la oreja, busca atención médica de inmediato, ya que esto puede ser un signo de una infección grave.
¿Cuándo acudir a un profesional para perforar la oreja?
Aunque hemos mencionado cómo perforar la oreja en casa, siempre es recomendable acudir a un profesional para realizar este procedimiento. Los profesionales están capacitados en técnicas de perforación y cuentan con el equipo adecuado para realizar el proceso de manera segura y estéril.
Si nunca has perforado una oreja antes, si tienes dudas sobre el proceso o si prefieres dejarlo en manos de expertos, es recomendable buscar un profesional certificado en piercing. Ellos tienen la experiencia y los conocimientos necesarios para realizar el procedimiento de manera segura y minimizar los riesgos de infección y complicaciones.
Recuerda que la salud y seguridad de tu oreja son lo más importante, por lo que siempre es recomendable buscar ayuda profesional si tienes alguna duda o preocupación.
Conclusión
Perforar la oreja en casa puede ser una opción para algunas personas, pero es fundamental hacerlo de manera segura para evitar infecciones y complicaciones. Asegúrate de seleccionar una aguja desinfectada y esterilizada, lavar tus manos y desinfectar la oreja antes de comenzar el proceso. Marca el punto de perforación, utiliza un objeto sólido como tope y procede a introducir la aguja suavemente. Coloca el pendiente, retira la aguja y verifica que el pendiente esté correctamente colocado.
Recuerda seguir los cuidados adecuados después de la perforación y estar atento a cualquier signo de infección o complicación. Si tienes dudas o preocupaciones, siempre es recomendable buscar la ayuda de un profesional certificado en piercing. La seguridad y salud de tu oreja son lo más importante, así que no dudes en buscar ayuda si es necesario.
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