Cómo broncearse en la playa: secretos para obtener un bonito bronceado

11 meses ago

Broncearse en la playa es uno de los momentos más esperados del verano. Muchas personas anhelan tener un bronceado perfecto para lucir una piel radiante y saludable. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la exposición al sol sin la debida protección puede ser perjudicial para nuestra salud. En este artículo, te daremos algunos secretos para obtener un bonito bronceado sin poner en riesgo tu piel. Sigue leyendo y descubre cómo broncearte de manera segura y efectiva.

Elige un fotoprotector con silicona

Uno de los secretos para lograr un bronceado perfecto es elegir un fotoprotector con silicona. Esta sustancia permite que el producto se adhiera de forma uniforme a tu piel, protegiéndola de los rayos solares y ayudando a prolongar el bronceado. Además, la silicona tiene propiedades hidratantes que mantendrán tu piel suave y nutrida durante todo el día.

Recuerda aplicar el fotoprotector de forma generosa y repetir la aplicación cada dos horas, especialmente después de bañarte o sudar. De esta manera, estarás protegiendo tu piel y garantizando un bronceado seguro.

Aplica factor de protección 50 en zonas sensibles

Si tienes zonas sensibles en tu cuerpo, como el rostro, el cuello o los hombros, es fundamental aplicar un fotoprotector con un factor de protección alto, como el factor 50. Estas zonas suelen ser más propensas a quemarse y a sufrir los efectos negativos del sol, por lo que es necesario prestarles especial atención.

Aplica el fotoprotector con factor 50 abundantemente y de forma uniforme en estas zonas sensibles, asegurándote de cubrir toda la superficie. No olvides incluir el contorno de los ojos, los labios y las orejas. De esta forma, estarás protegiendo adecuadamente estas áreas y evitando quemaduras dolorosas y daños en la piel.

Camina por la orilla para broncear zonas escondidas

Si quieres lograr un bronceado uniforme en todo tu cuerpo, es importante que no te olvides de las zonas escondidas, como las axilas, la parte interna de los muslos o la parte inferior de los glúteos. Estas áreas tienden a recibir menos luz solar directa y pueden quedar más pálidas en comparación con el resto del cuerpo.

Una buena forma de broncear estas zonas es caminar por la orilla de la playa. La arena refleja la luz solar y ayuda a intensificar los rayos UV, lo que acelera el proceso de bronceado. Además, el movimiento constante estimula la producción de melanina, el pigmento responsable del color de la piel, lo que ayuda a lograr un bronceado más duradero.

Protege tu melena con gorros o pañuelos

El sol puede ser perjudicial para tu cabello, así como para tu piel. Los rayos UV pueden dañar la estructura del cabello, dejándolo seco, opaco y propenso a la aparición de puntas abiertas. Para proteger tu melena del sol, es recomendable utilizar gorros o pañuelos.

Estos accesorios no solo te brindarán protección contra los rayos UV, sino que también te ayudarán a mantener el cabello en su sitio y evitar que se enrede con el viento. Además, el gorro o pañuelo actúan como una barrera física que evita la acumulación de arena o sal en tu cabello, lo que puede provocar sequedad y daños en la fibra capilar.

Nutre tu pelo con aceites naturales

Además de proteger tu melena del sol, es importante nutrirla y mantenerla hidratada durante la exposición al sol. Para ello, puedes utilizar aceites naturales, como el aceite de coco o el aceite de argán.

Estos aceites son ricos en ácidos grasos esenciales y antioxidantes, que nutren y reparan el cabello en profundidad, dejándolo suave, brillante y resistente. Aplica el aceite en las puntas y medios del cabello antes de exponerte al sol y deja que actúe durante toda la jornada de playa.

Practica gimnasia acuática

Si quieres aprovechar al máximo tu tiempo bajo el sol y al mismo tiempo mantenerte en forma, no te pierdas la oportunidad de practicar gimnasia acuática. Este tipo de ejercicio se realiza en el agua y combina movimientos de natación, estiramientos y ejercicios aeróbicos.

La gimnasia acuática no solo te permitirá tonificar y fortalecer tu cuerpo, sino que también te ayudará a broncearte de forma más rápida y uniforme. El agua refleja los rayos del sol, por lo que recibirás una dosis extra de luz solar, lo que acelerará el proceso de bronceado.

Alivia la piel enrojecida con agua termal

Si a pesar de tus precauciones te has quemado la piel, es importante aliviar el enrojecimiento y la sensación de quemazón lo antes posible. Para ello, puedes utilizar agua termal.

El agua termal es rica en minerales y oligoelementos que tienen propiedades antiinflamatorias y calmantes. Rocía el agua termal sobre la piel quemada varias veces al día para aliviar el malestar y acelerar la recuperación de la piel.

Sumerge la cabeza en el agua para regular el cutis graso

Si tienes la piel grasa, es probable que el calor y la exposición al sol la hagan lucir aún más brillante de lo normal. Sin embargo, sumergir tu cabeza en el agua de mar puede ayudarte a regular el exceso de grasa y dejar tu piel más mate y equilibrada.

El agua de mar es rica en minerales que tienen propiedades astringentes y absorben el exceso de grasa de la piel. Además, la sal del mar tiene un efecto exfoliante que ayuda a eliminar las células muertas y los restos de maquillaje, dejando la piel más limpia y suave.

Ten precaución si has hecho tratamientos despigmentantes

Si has realizado tratamientos despigmentantes, como la depilación láser o la aplicación de crema despigmentante, es importante que tengas precaución al exponerte al sol. Estos tratamientos pueden hacer que tu piel sea más sensible a los rayos UV y aumentar el riesgo de quemaduras o manchas.

Antes de exponerte al sol, consulta con tu dermatólogo para saber cuánto tiempo puedes estar bajo el sol y qué precauciones debes tomar. En algunos casos, puede ser necesario utilizar un fotoprotector con un factor de protección muy alto o incluso evitar la exposición solar durante un tiempo determinado.

Usa gafas de sol homologadas para evitar las patas de gallo

No podemos olvidarnos de proteger nuestros ojos durante la exposición al sol. Los rayos UV pueden ser perjudiciales para nuestros ojos y aumentar el riesgo de enfermedades oculares, como las cataratas o la degeneración macular.

Para proteger tus ojos, es importante utilizar gafas de sol homologadas que bloqueen el 100% de los rayos UV. Además, las gafas de sol te ayudarán a prevenir las patas de gallo, esas arrugas que se forman en el contorno de los ojos debido a la constante exposición al sol. Elige unas gafas de sol que se ajusten correctamente a tu rostro y que te brinden una protección óptima.

Conclusión

Obtener un bonito bronceado en la playa no tiene por qué poner en riesgo nuestra salud. Siguiendo estos consejos y tomando las precauciones necesarias, podrás disfrutar del sol y lucir una piel bronceada de manera segura y saludable. Recuerda elegir un fotoprotector con silicona, aplicar factor de protección 50 en zonas sensibles, caminar por la orilla para broncear zonas escondidas, proteger tu melena con gorros o pañuelos, nutrir tu pelo con aceites naturales, practicar gimnasia acuática, aliviar la piel enrojecida con agua termal, sumergir la cabeza en el agua para regular el cutis graso, tener precaución si has hecho tratamientos despigmentantes y usar gafas de sol homologadas. ¡Disfruta del sol de forma segura y luce un bronceado envidiable este verano!